LA NATURALEZA METAFICCIONAL DE LOS TEXTOS HIPERTEXTUALES:
LA NOVELA GRÁFICA
José Manuel Del Amo
Para este trabajo partimos de un concepto de hipertextualidad que trasciende, por un lado, su acepción más habitual, la relacionada con el uso y disposición electrónica de estructuras en red con nodos enlazados (Landow, 2009, Ryan, 2004; Looy y Baetens, 2003 ) y, por otro, la idea de una parcela excesivamente restrictiva de la producción literaria, ubicada en el espacio concreto de lo digital o electrónico (Clément, 1995; Aarseth, 2006, Joyce, 2000; Bolter, 2006, Pajares, 2004; Lévy, 1999, Romero y Sanz, 2008; Borràs, 2005). La entendemos, en cambio, desde una perspectiva mucho más amplia e inclusiva, porque consideramos, a partir de los planteamientos teóricos postestructuralistas y de la Estética de la Recepción, que todo texto es un mosaico de citas (Kristeva 1970; Barthes 1970; Genette, 1989), alusiones, referencias, transformaciones de textos anteriores o hipotextos; interconexiones, en definitiva, que el lector tendrá que percibir durante el proceso de recepción (Riffaterre, 1983; Camarero, 2008; Mendoza, 1994, 2008 y 2010). Convergen así en la hipertextualidad los recursos de (re)creación del discurso literario y las estrategias de relación, identificación y valoración que aporta el lector.
En este sentido, la lectura se convierte en un movimiento asociativo continuo y complejo que permite al receptor “navegar” por una tupida y casi infinita red de enlaces intertextuales. En función de las conexiones que sea capaz de establecer ᅳsu intertexto lector (Mendoza, 2010)ᅳ, trazará un camino u otro de lectura y accederá, por lo tanto, a diferentes niveles de comprensión e interpretación textuales.
En este marco, nos interesa analizar la naturaleza esencialmente metaficcional de los textos hipertextuales (Pajares, 2004: 95-96). Examinaremos desde esta perspectiva diversas novelas gráficas para describir y explicar los mecanismos mediante los cuales cada una de ellas hace más hincapié en el entramado de enlaces intertextuales y/o en los itinerarios que el lector pueda transitar (Coover, 1993). Al remitir continuamente a sus hipotextos, exhiben su textualidad, su grado de cercanía o alejamiento con respecto al código literario, cultural, lingüístico, etc. de aquellos. Por consiguiente, hacen alarde de manera sistemática de su propia condición de artificio y se refieren principalmente a ellas mismas como proceso de escritura, de lectura o como aplicación de una teoría exhibida en el propio texto hipertextual (Spires, 1984 y Sobejano, 1989).
La tematización del proceso creativo en obras como Nocilla Experience de Agustín Martínez Mallo y Pere Joan o la adaptación gráfica de Ciudad de cristal de Paul Auster conlleva necesariamente una referencia explícita a las convenciones literarias (género en el que se enmarca, procedimientos narrativos que pone en evidencia, etcétera.) y/o alusiones hipertextuales. Parafraseando a M. P. Lozano (2007: 142), el escritor actual es consciente de que no es un genio que crea desde la nada un texto literario; sabe que solo puede ser un artesano que se apropia de un texto ya existente, porque ya se han escrito todos los libros. Lo que cabe hacer con ellos es transformarlos mediante la parodia y el pastiche. Si se concibe la parodia como la desviación de un hipotexto (o architexto) con intención irónica, esta se convierte en una estrategia metaficcional esencial por el que «new forms appear to revitalize the tradition and open up new possibilities to the artist» (Hutcheon, 1980: 50).
LITERATURA, MEMORIA Y SOCIEDAD... ¿QUIÉN ESCRIBE A QUIÉN?
Graciela Bialet
Los lenguajes literarios no son uniformes, indiferenciados, idénticos, ni homogéneos. A lo largo de su historia fueron relacionándose de maneras distintas no sólo con los demás discursos, tomando prestado y prestando modos, formatos y texturas de los discursos sociales vigentes en determinado período, sino además con los constantes temas que desde siempre han causado pasiones existenciales en los humanos, mirados desde la realidad social en curso. La literatura le dice cosas a la gente, sobre la gente, por eso le es imposible desprenderse del entorno de su sociedad.
Leer en general, y literatura en particular, exige al lector el anclaje permanente sobre esquemas representativos previos. La única posibilidad de dar sentido al texto es cargándolo con nociones particulares, o sea, reescribiéndolo mentalmente a partir de un contexto social y cultural particulares. Entonces quien lee completa los espacios de significado de acuerdo a su propia enciclopedia y referenciando ideológicamente el texto.
Solo la memoria posibilita reformular contextos éticos y literarios, una y otra vez hasta lograr la comunicabilidad deseada, actuando al decir de R. Barthes como "corrección infinita”, que “no tiene sanción segura" porque las palabras en su organización comunicativa son una decisión y una resolución ideológica, pues " la escritura es un ser total"[1]. Quien no necesite reflexionar sobre su práctica humana, quien no sienta el impulso irrefrenable de justificar su existencia preguntándose una y otra vez por qué cree uno en lo que cree, quien no vea el horizonte compartido del que hablan Birri y Galeano, ese que se asemeja a las utopías y que sirve para eso, para seguir caminando, no experimentará que la literatura es una balsa y a la vez una tribuna, un acto de memoria y de resistencia.
NOSOTROS ENTRE LIBROS
María del Pilar González Islas
"Nosotros entre libros" está dirigida a personas convencidas de que la lectura -entendida como encuentro- produce placer, comprensión, diálogo y debate. Concibe que la promoción de la lectura, es un asunto que va más allá del aula y de la escuela, por lo tanto, integra a las familias y a las comunidades como promotoras de la lectura. Actualmente opera en 11 estados y el Distrito Federal
Para alguien que se está formando como lector, el papel de un buen mediador es determinante. Los mediadores son personas que facilitan el encuentro entre el lector y el libro, buscamos propiciar la construcción de una visión plural del mundo, el aprecio por la diversidad cultural, el respeto a los otros y la pasión incluyente, constructiva y placentera por las relaciones interculturales, asimismo, despierta el amor por la naturaleza, las culturas y las sociedades.
La lectura requiere de espacios y tiempos especiales. Espacios que permitan a los lectores optar, tomar decisiones y sentirse seguros. Tiempos libres de tareas y responsabilidades, tiempos gratuitos y abiertos, tiempos íntimos y tiempos sociales. Tiempos para la introspección, la remembranza y el discernimiento. Tiempos para la investigación, la imaginación creativa y la relación entre pares. Tiempos para la duda, la incertidumbre, la desazón y el presentimiento. Es una relación creativa y lúdica que, como todo juego, supone riesgo, osadía, imaginación, identidad propia, destreza, conocimiento, talento, complicidad, capacidad de resistir la incertidumbre, imaginación, sorpresa y confianza. Serán los niños y las niñas quienes, en tertulia, en diálogo y en debate decidan hacia dónde y hasta dónde quieren llevar sus diálogos literarios. Estos espacios están siendo valorados e incorporados a la vida cotidiana de los niños y las niñas en las escuelas públicas del país.
MEMORIA E INFANCIA, UN VIAJE EN LA ESCRITURA:
MARÍA ENRIQUETA CAMARILLO
Laura Guerrero Guadarrama
En este trabajo buscaré aproximarme a una artista mexicana de resonancia internacional, la primera escritora profesional de México, exiliada por la violencia revolucionaria de 1911 radicó en España hasta 1948. Fue la primera en escribir una novela juvenil: El Secreto en 1922, traducida al francés. Artista emblemática que escribió sus ficciones desde su infancia personal, recurso lúdico que enlaza la vida con la ficción.
Los artistas y los que tienen alma de artista no pierden del todo la infancia. Lyotard señala que con el término infancia también se nombra esa parte en la que pervive el asombro; para él es lo “pulsional” o instintivo que se constituye en el fundamento del pensamiento creativo. La infancia también tiene que ver con el deseo y con lo inasible. Él señala:
“Bauticémosla infantia, lo que no se habla. Una infancia que no es una edad de la vida y que no pasa. Ella puebla el discurso. Éste no cesa de alejarla, es su separación. Pero se obstina, con ello mismo, en constituirla, como perdida. Sin saberlo, pues, la cobija. Ella es su resto. Si la infancia permanece en ella, es porque habita en el adulto, y no a pesar de eso” (Lyotard, “Infans” 13).
Así, infantia es lo que no alcanzamos a tocar pero nos esforzamos por hacerlo mediante diversos recursos en una vívida nostalgia de su presencia franca y abierta. Fernando Savater es otro pensador que considera que la infancia subyace en todas las personas a través de la memoria, es nostalgia y recuerdo: “Era inevitable: como Merleau-Ponty, yo tampoco podré nunca curarme de mi incomparable infancia” (15). Graciela Montes observa este desplazamiento hacia el interior de cada uno:
“El horizonte ya no es tanto ese “niño ideal”, el niño emblemático que nuestra cultura ha ido dibujando y oficializando con el correr del tiempo, sino más bien la memoria del propio niño interior, el niño histórico y personal que fuimos –que somos–, mucho más cercano a los niños reales –posibles lectores– que esa imagen impostada y arquetípica.” (27)
Un cambio que implica escribir desde la niña o desde el niño interior, María Enriqueta escribe para los niños, niñas y jóvenes migrando hacia su, un desplazamiento interior y subjetivo que ejecuta gracias a la memoria y que incluye al cuerpo mismo, pues se cuestiona constantemente sobre qué sentía, qué pensaba, cómo actuaba, cómo era ser niño/niña o adolescente.
CULTURA DIGITAL Y CONVIVENCIA SIN FRONTERAS
Rubí Juárez
Hablando de pequeños lectores mundiales, las pequeñas comunidades digitales con acceso mundial, están, se mantienen, forman vínculos, compromisos y algunas se relacionan efectivamente en espacios sociales reales. Sus antecedentes no rebasan los 10 años de antigüedad y se han arraigado a la memoria del usuario (lector digital y productor de información), igual que el patio de juegos, o la fiesta de 15 años. Establecen vínculos firmes en la virtualidad. Juegan, intercambian información, anécdotas y forman grupos especializados en temas concretos. La interconectividad crea una memoria colectiva inmediata, crea nuevas versiones abreviadas del lenguaje, nuevas maneras de digerir la información.
Esta súper carretera es transitada por niños desde los 3 años. Los "smartphones" cubren el 70% de acceso a la red. La masa construye minuto a minuto un legado digital. Mails, videos, imágenes y nuevas aplicaciones toman parte activa en la modificación de la conducta. El exilio voluntario del uso de dispositivos digitales comienza a ser una diferencia considerada ya como factor negativo para el desarrollo de un país.
LA MEMORIA EN LA POESÍA INFANTIL Y JUVENIL CHICANA/CHICANA COMO UNA PRÁCTICA DE ESTRUCTURAS LIBERADORAS
Alba Nora Martínez
En la actualidad la poesía que leen los niños y los jóvenes es un discurso marginal que conforma estructuras liberadoras de los constructos raza, clase, género, sexualidad, nación y nacionalidad, uso de la lengua. Y también representa las condiciones sociales de inequidad que cuestionan y /o deconstruyen las prácticas políticas hegemónicas opresivas que las escritoras chicanas en sus poemas transforman en prácticas liberadoras que denuncian el racismo, la homofobia, el nacionalismo y la inequidad de clase, orientación sexual, edad. Situaciones a través de las cuales estas escritoras se han identificado a sí mismas y con ello intentan borrar los estereotipos con que las representan las películas, las telenovelas y en la sociedad, ya que lo anterior significa una homogenización que las mal representa dentro de un contexto colonizador, represivo, violento y ajeno a los derechos de las mujeres dentro de la estructuras sociales, políticas y del poder.
EL CONCEPTO HISTÓRICO DE NIÑO Y LA LITERATURA INFANTIL
EN MÉXICO
María Teresa Orozco López
En rigor, aquello que se recuerda se trae nuevamente a la actualidad. La memoria no solo ve hacia atrás, hacia lo que ya pasó, sino que través de su evocación observa una oportunidad de ocupar un sitio en el futuro. Partiendo de este principio el concepto de niño se debe mirar a partir de las trasformaciones que ha experimentado a través de la historia de la humanidad. Los niños y el mundo que les rodea se han entendido de acuerdo con el momento socio histórico cultural de cada pueblo. La literatura como parte de este mundo también ha sufrido transformaciones y es necesario consolidar la memoria histórica de este proceso para entender nuestro presente y mirar nuestro futuro.
La presente comunicación
parte del abordaje de las primeras manifestaciones de literatura para niños en México en comparativa con la literatura que los primeros lectores mexicanos leen durante la primera década del siglo XXI a partir del análisis desde una perspectiva hermenéutica de 39 textos narrativos que han circulado en el ámbito educativo y comercial
en México entre 2003 y 2010.
TIEMPO Y MEMORIA
María Teresa Outón de la Garza
“Articular históricamente lo pasado no significa conocerlo “tal y como verdaderamente ha sido”. Significa adueñarse de un recuerdo tal y como relumbra en el instante tanto al patrimonio de la tradición como a los que lo reciben. En ambos casos es uno y el mismo: prestarse a ser instrumento de la clase dominante.” (Benjamin, W. “Tesis sobre Filosofía de la Historia” En Discursos interrumpidos. Taurus, Madrid,1992.p. 183)
El pasado que capta la memoria es como un rayo que ilumina la noche en un instante, revelando el presente en lo que tiene de injusto. Pero esta revelación supone la experiencia del sufrimiento, que funciona como primer analogado de la experiencia del sufrimiento de las víctimas; en ese sentido, es compasión, pero es también fuerza, capaz de cuestionar la victoria de los vencedores y de neutralizar la tendencia al dominio que llevamos dentro. Esta fuerza se hace presente como relámpago, dice Benjamin, en un momento de peligro, esa fugacidad dificulta su análisis y valoración haciéndolo imprevisible y rebelde a ser integrado en los sistemas categoriales.
LA MEMORIA ES UN EXILIO
Gloria Prado
Cuando se habla de exilio, por lo general se piensa sólo en la salida del país natal o de residencia prolongada a otro por razones políticas, sociales, religiosas y otras más. Sin embargo, esta definición sería en sentido estricto, en sentido amplio, se trata de un concepto mucho más abarcador. Hay exilios de muy diversa índole y la memoria es uno de ellos. Se trata del exilio de la realidad como también lo es el de la fantasía. Todos tenemos ambas capacidades y de continuo los ponemos en práctica. En la literatura infantil y juvenil se configuran constantemente mundos de exilio no sólo por la memoria y la imaginación, sino reales dentro de la ficción: Blanca Nieves, Pinoccio, Hansel y Gretel, Peter Pan entre muchos otros y no se diga la figura del héroe que terminará como príncipe o rey a su regreso. Sobre esta variedad de exilios versará mi participación.
DEL MUCHO DESTIERRO Y DE LAS MUCHAS LÁGRIMAS
Becky Rubinstein Wolojviañsky
El exilio es un fenómeno tan antiguo como la historia del hombre. La primera pareja humana, desterrada del paraíso por su Creador. El pueblo judío primero es trasterrado por Nabucodonor, rey de Babilonia (VI a.e.); luego, por el Imperio Romano (S.II a.e.) La diáspora judía es una larga y penosa realidad. En nuestros tiempos, el judeo-polaco Bashevis Singer, habla en su literatura de los diferentes exilios: en Europa, Estados Unidos de Norteamérica. Asimismo, habla de la Redención, como en la antigüedad, los profetas de Israel. También en suelo mexicano se reproduce el tema del exilio, rescatado por diversas plumas de calidad como Margo Glantz, Sara Gerson, Judy Goldman, Gloria Gervitz , Sabina Berman. Unas en prosa, otras en poesía retratan experiencias logradas o no, alrededor de dicho antiguo fenómeno universal. El exilio, causa de mil lágrimas, paradójicamente, es causal de frutos que aletargan el dolor, la pesadumbre, frutos rescatables, transmisibles y brillantes, más que el oro, más que la plata, frutos catárticos que adormecen , de alguna manera, las almas. Múltiples naciones han sufrido el exilio desde tiempos inmemoriales. En agonía viven o sobreviven. Se adaptan con mayor o menor éxito –con el corazón hecho pedazos por la nostalgia de su terruño. Mientras tanto, adoptan y veneran como propia, la tierra a la que regalan sus mejores frutos en todos los ámbitos de la vida.
DE TIN MARÍN DE DO PINGÜÉ… EL TÍTERE FUE PROPUESTA DE UNA HISTORIA MÁS ACCESIBLE PARA NIÑOS
Linda Sacal Halabe
La historia enseñada en las escuelas primarias ha destacado por ser una materia aburrida y tediosa donde uno de sus principales objetivos es que los alumnos memoricen una gran cantidad de fechas, eventos y nombres de héroes de México, que finalmente, poco les transmiten. Con ayuda de la literatura la propuesta está orientada a una manera distinta de presentar la historia en las escuelas, de forma que les sea más atractiva e interesante. La intención es mostrar aspectos cotidianos de la vida de los niños en otras épocas para que los lectores se puedan identificar en cierta medida con ellos.
La propuesta se fundamenta en la novela histórica infantil De tin marín de do pingüé… El títere fue, donde se describe la vida cotidiana de 4 niños de diferentes estratos sociales en la última década del siglo XVIII en la ciudad de México. Esta obra permite al sector infantil un acercamiento al acontecer diario de las familias novohispanas y al efecto que las Reformas Borbónicas tuvo en la rutina diaria de sus personajes. De una forma amena y diferente los pequeños lectores pueden ver otras facetas de la Historia de nuestro país.